Muchas veces nos preguntamos si el agua que bebemos en nuestros hogares y oficinas está en un buen estado, a pesar de que tenga un mal olor, color o sabor extraño en nuestro paladar. Es por eso que debemos saber diferenciar el agua potable normal con el agua purificada.

¿Qué es el agua potable?

El agua potable, en definición, es toda el agua que está apta para beber por el ser humano. Sin embargo, en el caso de nuestra vida diaria, el agua potable es la que sale de nuestras cañerías, que es extraída por una planta de agua de algún río, napa subterránea o incluso el mar (en el caso de una planta desaladora), pasa por algunos procesos de potabilización donde se le añaden químicos como cloro y flúor.

Por lo mismo, el agua potable debería ser inocua para la salud. La pagamos todos a través de nuestras cuentas todos los meses. Sin embargo, tiene el gran problema de que sus fuentes no son necesariamente las más confiables.

Por ejemplo, en nuestro país, las fuentes de agua para extraer agua potable son distintas según la región. En el norte, vienen del mar, a través de plantas desalinizadoras, o la alta cordillera, donde los riachuelos pequeños se terminan convirtiendo en embalses para abastecer a las urbes y procesos productivos del norte.

En el centro y sur, el agua viene de ríos de la cordillera o de napas subterráneas, por lo que también estas fuentes de agua son muy volubles a la contaminación al estar más expuestas a organismos vivos. Generalmente, el agua más pura proviene de las napas, pero pueden contaminarse si se realizan procesos agrícolas por encima.

Por todas estas fuentes distintas, el agua en Chile tiene distintos olores y sabores, debido a que se le realizan diferentes procesos de potabilización, para dejarla apta para el consumo humano.

¿Qué es el agua purificada?

El agua purificada en cambio se hace a partir del agua potable, pero tiene un proceso mucho más elaborado y diligente, moderno y preciso, para sacar todos los químicos y sabores del agua que pueden hacerla mucho más desagradable.

Por ejemplo, Quality Water te ofrece en sus máquinas un proceso mucho más cómodo y fácil para procesar el agua potable. La dispensadora realiza ahí mismo el proceso de ósmosis inversa, que permite sacar microorganismos y químicos que pueden dañar nuestra salud y darle mal sabor a lo que bebemos regularmente.

El agua potable en todo el trayecto de cañería recoge elementos que la hacen mucho más desagradable, como el calcio que es natural que aparezca en el agua, pero que termina adhiriéndose a las tuberías constantemente. Muchas veces las durezas del calcio son arrastradas por el agua y terminan en nuestros vasos.

Por todo esto, el agua purificada es mucho mejor que el agua potable para tu organismo y tus alimentos. Siempre prefiere Quality Water, con la calidad del agua purificada de excelencia que te entregamos.