Uno de los principales retos de la humanidad, que cada vez se vuelve más importante, es lograr ahorrar agua para la conservación del planeta. El agua es el principal recurso para las necesidades básicas de hidratación e higiene de las personas. Sin embargo, a menudo el gasto en agricultura e industria sobrepasa la capacidad de los recursos naturales.

Para generar un cambio, todos debemos aportar nuestro granito de arena que con acciones mínimas ya es suficiente. Por ejemplo, si ajustamos el tiempo en la ducha estamos contribuyendo al ahorro.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo recomendable es no gastar más de cinco minutos en la ducha diaria, ni utilizar más de 95 litros de agua al día por persona.

En la misma línea, hay que tratar de evitar llenar la bañera y priorizar las duchas rápidas de cinco minutos. Si optamos por la ducha rápida, ahorramos hasta 400 litros de agua a la semana.

También podemos ahorrar si cerramos la llave al momento que nos colocamos acondicionador o mascarilla y lo dejamos actuar durante unos minutos.

Asimismo, mientras esperamos que el agua se caliente, podemos poner un balde para reutilizar el agua fría.

No olvidemos que gastamos unos 20 litros de agua por minuto en la ducha.