Todos sabemos que hidratarse es necesario para mantener un buen funcionamiento de nuestro organismo. Pero, ¿sabemos cómo hacerlo correctamente?

Muchos creen que hidratarse es ingerir cualquier tipo de bebida, pero no es así. Por lógica sabemos que los refrescos y el alcohol no colaboran con nuestro organismo, pero ¿qué sucede con las infusiones?

Si bien las infusiones, bebidas hechas con hierbas secas o frutos deshidratados, llevan agua caliente no es lo mismo que tomar agua.

Las infusiones tienen sabor y nutrientes, por lo que tiene partes solubles en agua. Asimismo, se caracterizan por su efecto diurético. Es decir, ayudan a evitar la retención de líquidos y a expulsar los mismos por la orina, lo que de todos modos es beneficiario para la salud.

Sin embargo, para hidratarse correctamente hay que consumir agua. ¿Por qué? Porque para mantener nuestro organismo funcionando correctamente hay que reponer el agua que perdemos durante el día a causa del desgaste físico.
Por lo que, si consumimos solo infusiones no es suficiente porque parte del agua que necesitamos en el cuerpo se perderá con la orina.

Además, esa agua que se elimina arrastra minerales y electrolitos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo.
Para los deportistas también es un buen recurso ingerir bebidas isotónicas.

En conclusión, el líquido más consumido en el día debería ser el agua, el resto pueden tomarse pero no como bebida principal.