Cumplir con el trabajo en la oficina y a su vez no perder ciertos hábitos para mantener una dieta saludable es uno de los desafíos por los que se pasa en la vida adulta. Todos sabemos que tomar agua hace bien y por eso intentamos incorporar su consumo en las comidas y durante la jornada laboral. Para no aburrirnos de siempre tomar lo mismo una buena opción es tomar agua saborizada.

Diferentes marcas venden este tipo de bebidas, pero hacerlo es muy simple y más saludable. Es una buena opción para preparar a la hora de descanso y tomar algo diferente mientras se trabaja.

Tomar agua es fundamental para nuestro organismo y si a eso le sumamos el consumo de frutas mejor aún. 

Muchas personas creen que fallan al momento de hacer un agua saborizada porque le ponen rodajas de la fruta o exprimen un poco de la misma en agua. Para que el agua realmente quede con sabor a la fruta la clave está en dejar asentar por un buen rato en el agua. 

Es decir, algunas frutas demoran más en desprender su sabor que otras. Por ello, recomiendo poner trozos de la fruta, más hierbas quienes los desean, y dejar que tome fuerza durante algunas horas. 

Tres ideas de agua saborizada

1. 1. Agua de naranja y jengibre: Se corta la fruta de trozos pequeños o en rodajas y se la echa a la jarra. El jengibre puede ponerse de diferentes maneras, pero rallado es la manera más práctica. Si la naranja no está muy dulce, es recomendable agregarle un poco de edulcorante o azúcar.  
   2. Limón y menta: Una vez que está colocada el agua mineral en el recipiente, hay que lavar bien las hojas de menta y colocarlas allí. Luego se le pone el limón en rodajas y azúcar o edulcorante. También se le puede agregar jengibre que tiene buenas propiedades.
   3. Manzana y canela: Esta combinación cumple la función detox, ya que desintoxica el organismo y acelera el metabolismo. Se toma una rama de canela y una manzana -si es verde mejor- en rodajas para colocar en el agua. Cuando ya se haya dejado asentar, es recomendable echarle un chorrito de jugo de limón.